jueves, 15 de septiembre de 2016

FOTOGRAFÍA DE RETRATO

FOTOGRAFÍA DE RETRATO


El retrato dentro de la fotografía entabla un puente con el modelo, su composición  se construye a partir del personaje y el espacio de su entorno,  busca capturar un instante dentro de la gama de emociones de la persona y atrapar solo un fragmento que desmenuce y desnude su expresión secreta. Lograr captar gestos irrepetibles a veces desapercibidos para la lectura del ojo humano.   Entre el personaje y el espacio, la cámara liga la relación entre éstos y el fotógrafo, la revelación y captura del gesto es tan rápido que transforma en aparición mágica el resultado.

La presencia de la cámara inmediatamente tensa al sujeto quien adopta una pose forzada por volver a su gesto natural o la agresión de la cámara recibe un gesto defensivo como respuesta.  El acercamiento de la cámara compromete el resultado de la fotografía, lo que vuelve esta aproximación materia moldeable que le da lenguaje propio a las expresiones sensibles y singulares de la tensión del sujeto frente a la cámara. El lenguaje del cuerpo y del gesto manipulable es el juego del retrato, explorado por el gusto y búsqueda del fotógrafo y la intención que proyecta.

Busca un cachito de la esencia y presencia humana filtrada por la visión del fotógrafo, expurga lo que observa y percibe para exponerlo a la luz para coleccionarlo. El retrato como objeto no deja de ser un documento, registrando a la persona, separa su imagen del presente dejando a un personaje surreal con una narrativa que incita a imaginar y reconstruir su identidad.

 La construcción del personaje es el conducto de la emoción en el trabajo de Julia Margaret Cameron en donde la atmósfera emotiva es la búsqueda principal, sus composiciones logran de manera pictórica una sensación de melancolía y tristeza pero con una visión de belleza propia de las vírgenes renacentistas, tan quietas en su pose. Su composición planeada e inclusive la imagen desenfocada se acerca más a la pintura, en parte por que los inicios de la fotografía se guiaron por el conocimiento del retrato en la pintura. Sin embargo encuentro una relación con los daguerrotipos de retratos de los muertos, por la pose quieta, la atmósfera difusa oxidada y entre sombras, pero de peso romántico y triste. Angelical y tenebroso.

Al igual que Julia Margaret Cameron, Nadar trabajo en estudio, la cámara, a pesar de su rápido desarrollo tecnológico, necesitaba de largas exposiciones y el manejo de la luz era mucho más controlable dentro de un estudio, aunque no se limitaron y también exploraron en exteriores.

Nadar conocía y se movía entre el círculo de artistas y pensadores contemporáneos suyos  a quienes decide retratar como registro, como Sontang reflexiona; la fotografía es un objeto del pasado – objeto melancólico –  capturando un instante del presente, pensando en su conservación futura.  Gracias al registro de Nadar conocemos el rostro de Manet, Corot, Daumier, Courbet, Baudelaire…  mirar estas fotografías es fascinante, permiten reconstruir personajes de los que se habla aún, prueba su existencia.

August Sander, quien colecciona personajes; las nuevas identidades del siglo y los personajes que están por desaparecer.  La colección de todos ellos relatan la época a la que pertenecía, transformada por la aceleración de la vida y sus transformaciones y registrarlo significaba no olvidar.  Sander se movía por las calles como fotógrafo ambulante por lo que el espacio en el que se retrata al personaje se integra a la narrativa, contraria a la de un estudio. En sus fotografías la vestimenta de las personas es el disfraz rígido que divide una clase de otra; el granjero del minero, el notario del bohemio. La familia del circo y la vestimenta de una familia de granjeros que se disfraza para una fotografía oficial de la familia.
Al igual que el trabajo de Julia Margaret Cameron ver las fotografías de Sander dejan cierta añoranza por la desconcertante rapidez del paso del tiempo. Sander forma parte de estos personajes disfrazados que reafirman el lugar que ocupan dentro de su mundo, buscan empatía y sentido de pertenencia.

A través de su colección de personas con fotografías encuentro un sólo rostro característico en todos los personajes, ciertos rasgos y ciertos gestos que le dan homogeneidad a todos los otros, refleja su minuciosa búsqueda y obsesión con la que insiste una y otra vez. Diane Arbus sabía lo que buscaba y lo encontró en los seres grotescos y vulnerables en quienes su mirada reparaba y necesitaba capturar. Estos seres sin consciencia de la esencia torcida que Arbus percibía en ellos no se sentían agredidos frente a la cámara. EL acercamiento de ella hacia ellos fue decisiva en sus fotografías,  de otra forma sus fotografías serían el reflejo de agresión del personaje ante la cámara. En cambio su búsqueda no se quedaba en encontrarlos y fotografiarlos, el llegar a ellos implicaba entrar en su universo e involucrarse, inclusive parte de la experiencia era ir hasta su casa y sentir en el trayecto la sensación de ir a descubrir un secreto sorprendente.

Los personajes de Arbus muestran un fragmento de la realidad, visto desde el sorprendente fenómeno que somos como personas que se crean y transforman a si mismas, como las personas que conforman el mundo y ellas en sí son el fenómeno.  Desde la misma perspectiva Cindy Sherman explora al personaje convirtiéndose en él.
Cindy Sherman en su estudio en cinematografía, mientras experimentaba cómo crear un personaje a partir del vestuario y el lenguaje corporal se da cuenta de que le gusta disfrazarse.
Sherman crea atmosferas narrativas y construye personajes transformándose a ella misma. Parte de su trabajo fotográfico es la construcción de escenas imitando las atmósferas del cine y logra confundir al público con esta similitud. Las fotografías son un formato de stills de películas, donde usa encuadres familiares a las películas, sus atmósferas y personajes narran claramente una historia que continúa.

Otra parte de su trabajo son sus retratos saturados de color y de montajes exagerados en los que ella se disfraza de personajes que forman parte de su cultura y los clasifica por estereotipos, clases sociales, modas… basándose en la gente que se encuentra en su universo. Los personajes de Sherman son rígidos e identificables como los de Sander.



Sherman trabaja con su propio cuerpo, toma la foto y la edita ella misma porque cree que nadie más podría expresarlo de la manera en la que ella busca representar a estos personajes, los trabaja dentro de un estudio, por lo que no necesita cazarlos en el exterior. Parte del mismo fenómeno que también persigue Arbus – con diferentes intenciones – pero que conforman un fragmento escondido y fascinante del mismo universo.

Dos fotógrafos cuyo trabajo pertenece al mundo de la moda son Richard Abedon y Cecil Beaton, quienes pertenecen a una rama de la fotografía en la que se busca una imagen clara, surrealista y extrema de la estética y cánones de belleza para el mundo del glamour y la moda en magazine. Casi siempre se trabaja dentro de un estudio donde el manejo de luz les da un lenguaje propio de definición, contrastes y “alta calidad”. Fotografiando iconos como Audrey Hepburn y Marilyn Monroe. A pesar de que pertenecen al mundo de la fotografía, creo que hay una clara división entre la fotografía en el mundo de la moda y la fotografía de exploración más cerca de lo documental. La fotografía de magazine me parece completamente futurista en el sentido de que presenta una estética que pertenece a su época pero no es absorbida ni usada por todos, y su veloz desarrollo genera un desfase con la realidad. El modelo en este tipo de retrato se expone, se presume y posa, se construye un personaje que ejerce seguridad sobre su expresión, te seduce y te conquista , por eso hoy en día es una gran herramienta dentro del mundo y bombardeo de mercadotecnia.


El trabajo de Cecil Beaton, fotografía documental de guerra, tiene un estilo propio de él a diferencia de su tendencia en fotografía de estudio dentro de la moda. Quizá el mundo de la moda no muestra a la luz el estilo personal del fotógrafo tanto como la exploración personal de éste.

Otro mundo es la hibridación del glamour con un personaje de Diane Arbus es la recopilación de fotografías de Nan Goldin. Después del suicidio de su hermana la manera de reconectarse con la vida fue a través de la fotografía. Su vida fuera de cualquier estructura se rodeaba de amigos transexuales y la onda Drag Queen, entre ellos formaban una familia, claro que su forma de vida era la nocturna. trabajaba ella fotografiando para un bar donde sus amigos frecuentaban. Ellos estaban tan acostumbrados a que Goldin viviera viendo el mundo detrás de la cámara que al mirar a la cámara la veían a ella y el cariño que le tenían, la cámara pasaba desapercibida por ellos por lo tanto, con la practicidad de una polaroid, sus fotos muestran a sus amigos en una intimidad bellísima. A pesar de la "degradación" de sus vidas por el abuso de drogas, más que eso lo impactante es la intimidad de los personajes, sus amigos y su completa naturalidad.

Dentro de la vida de Nan Goldin hay historias impactantes y difíciles pero la manera en la que ella lo sobrellevo con la fotografía, registrando su vida, sus amigos, su forma de vida es espectacular a demás que sus amigos y el mundo en el que se movía es otro fenómeno increíble, estoy segura que Diane Arbus y August Sander fotografiarían a los personajes del mundo Drag Queen y de transgénero. Más adelante en su vida, Goldin fotografió a sus amigos en la intimidad de la mañana, desnudos y en cama e inclusive mientras tenían sexo, la presencia invisible de la cámara y la íntima confianza que le tenían por lo que estas fotografías pierden lo vulgar y son simplemente bellas. Logra capturar la esencia y natural de los personajes que conforman su familia y se convierte en la recolectora de la realidad al vivir el mundo detrás de la cámara.

El retrato sea íntimo, buscado, violento, melancólico, exagerado... es irrepetible y es en sí la captura e imitación real de un ser vivo y un instante de su sensibilidad propia y vulnerable. un objeto que siempre será fascinante. Ahora todos pueden tomar una fotografía retrato pero solo el cazador sensible que se ve reflejado en el personaje sabe disparar en un fragmento de instante a ciegas y su resultado mágico es una sorpresa que se hace a si misma. El simple hecho de poseer un segundo de la expresión humana de otro ser es desmenuzar la vida que hay dentro de nosotros.





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