domingo, 25 de septiembre de 2016

UN PERSONAJE

Los lugares públicos son los espacios donde por coincidencia coincido con múltiples extraños cada uno de rostro distinto. Especialmente en esta ciudad me muevo entre extraños que no me voltean a ver, se evaden las miradas a pesar de que todos se buscan en todos. En el metro me doy cuenta de que ya no cabemos! Siento una distancia enorme entre sus vidas y la mía, que probablemente compartimos los mismos infiernos. Nunca estaré tan cerca de un extraño que en un vagón de metro. 
En silencio, pasan tantas cosas a la vez y cada uno esta sumido en sus pensamientos, encarcelado a ellos y agobiados por el tiempo.

En todos ellos veo el mismo rostro de incógnita y una sola masa, un solo cuerpo. Pero cada uno de ellos busca su identidad su diferencia a los otros y su individualidad. Por eso los encuentro a todos disfrazados, vestidos con extrañas modas, veo cuerpos desnudos cubiertos de prendas ridículas imitando e inventando personas. Veo en cada uno de ellos un fenómeno extraño, grotesco.Y en general veo la decadencia, la apatía y la tristeza.

Cerca de mi vida me encuentro a un personaje, raro y ridículo, que por azares de la vida lleva el político papel de mi abuela. Entre ella y yo hay un abismal universo. Su locura es diferente a la mía, su personaje mas interesante que el mío y su disfraz inclusive la confunde a ella misma al grado que se ha vuelto esa persona, disfrazada de animal print y todo a juego y combinado. Con los gustos mas kitsch y una obsesión por los souvenirs, las baratas. La ansiedad es su acompañante favorita para ir de compras. Un poodle, dentaduras, perfumes, comida grasosa; chucharrón, novelas y la jugada de los jueves con sus comadres; juegan dominó, beben tequila, chismean y cuentan chistes para sacar sus perversiones. 

Aun que ya no parezca maestra de Historia ella se reconoce como una "mujer cabrona" siempre con las pilas, en contra de la tecnología y de porte sin pudores. Una mujer acelerada.

Por más cercana a mi la reconozco por su fenómeno y un personaje extraño y maniático que pertenece a este mundo que se dispara cada vez más veloz hacia el individualismo, nos estamos personificando y transformando en personajes como los que Diane Arbus consideraba maravillosos. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario